Es mejor que lo afrontemos directamente: existen dos tribus claramente identificadas y hasta cierto punto incompatibles: ciencias y letras. Lo sé, es una visión maniquea y el tema está tan manido que apesta, pero sigue ahí. Para resolver un problema el primer paso es aceptar que tenemos un problema. Tampoco es exactamente nuestra culpa; unos y otros hemos sido colocados en universos conceptuales distintos prácticamente desde la infancia, por un sistema educativo muy radical en esta materia. Es posible que el sistema educativo tenga sus razones, pero es mucho más probable que sea simplemente el resultado de la tradición, que es una manera elegante de llamar a la inercia pura y dura.
Los de mi tribu (ciencias) solemos considerarnos más listos, no solamente distintos, y es verdad que las asignaturas respectivas suelen ser más exigentes. A nuestro favor tenemos el prestigio del que goza la Ciencia en la actualidad y el hecho de que las carreras universitarias de ciencias suelen proporcionar un acceso más seguro a ocupaciones de cierta calidad intelectual. Sin embargo, las letras mantienen (todavía) el cuasi-monopolio de la Cultura con mayúsculas y, más importante, casi todas las decisiones importantes están en manos de personas con formación humanística (el número de diputados en el parlamento español con un doctorado en ciencias es ridículamente bajo).
Nos sentimos diferentes. Nosotros valoramos la concisión, ellos la verbosidad. Anteponemos la evidencia experimental, ellos tienden a ignorarla. Recurrimos a modelos y fórmulas matemáticas siempre que sea posible y ellos no tanto. Favorecemos una visión estructurada del universo, desde los quarks a los agujeros negros, pasando por la epigenética. Nos sentimos modernos, frente a la otra tribu que parece anclada en una tradición intelectual obsoleta, farragosa y cada vez más incomprensible.
Es posible que este discurso parezca arrogante. Pido disculpas por anticipado; no es mi intención herir sensibilidades. Conozco y aprecio a muchísimas personas de la otra tribu a las que considero extraordinariamente inteligentes y capaces. Pero sí es mi intención ser provocativo; hay que sacudir el árbol para que caigan las nueces. Así que voy a hacerlo al revés; en vez de escribir el post voy a limitarme a hacer algunas preguntas capciosas, con la esperanza de que algún lector se decida a salir del armario y contestarlas, o al menos expresar su opinión (eso sí, pido encarecidamente que no superen las 1000 palabras; no tienen que contestar a todo). Ojalá haya debate y se anime el patio.
1. ¿Es lógico que el sistema educativo nos separe de forma tan radical y tan temprana?¿Qué ventajas/inconvenientes se derivan de ello?
2. ¿Qué cosas debe saber una persona para considerarse “culta” actualmente?
3. ¿Es razonable que personas que están en puestos de gran responsabilidad p.e. juez, legislador, tengan tan sólo un conocimiento muy superficial de los avances en Ciencias de la naturaleza?
4. ¿Por qué los estudios de Filosofía están asociados exclusivamente con las Humanidades? Si la Filosofía está enfocada hacia el conocimiento en general, ¿no debería la Ciencia tener un espacio considerable en el currículo?
5. ¿Es razonable que los diferentes campos de conocimiento se sometan a “examinación cruzada” unos con otros? El hecho de tener una formación diferente no debería constituir un obstáculo para hacer aportaciones interesantes en otros campos, más bien a la inversa ¿por qué persiste en la práctica el aislamiento entre disciplinas?
6. ¿Somos realmente diferentes (los de ciencias y letras)? ¿Pensamos de forma distinta? ¿Alguien ha abordado esta cuestión experimentalmente?
Tribus académicas
14 domingo Dic 2014
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Manu dijo:
Hola.
Quisiera decir primero que soy un Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales. Durante mis estudios, las Matemáticas han estado presentes en asignaturas como Álgebra y Análisis, Estadística, Matemática Financiera, Investigación Operativa, Econometría, Teoría Económica, Economía de la Empresa y podría citar más. Prácticamente en mis estudios, la visión matemática ha ocupado más del 50% de todas las asignaturas que cursé.
Efectivamente, cuando yo estudié Bachillerato, tuve que optar por lo que eran “Letras Mixtas” y hacer C.O.U en lo que se conocía como “Ciencias Sociales”.
¿Qué soy, de Ciencias o de Letras? Yo no tengo la respuesta.
La Cultura que he podido atesorar, más bien poca o, mejor dicho, menos de lo que me gustaría, responde más bien a una inquietud personal, como creo que le ocurre a la inmensa mayoría de gente.
De mi E.G.B. mantuve el saber leer y escribir, junto a unas operaciones matemáticas básicas, una geografía elemental y un conocimiento de que existían seres vivos y un mundo exterior con sus leyes, pero de una manera muy acotada. En Bachillerato, los conocimientos fueron haciéndose más complejos, y en la Carrera, sobre todo, más específicamente profundos. Olvidé más cosas de las que quedaron en mi memoria, desgraciadamente, por falta de uso o aplicación infrecuente en el plano profesional y personal.
Sin embargo, mi Cultura, me ha llegado, llegó y llegará por otra vía que la de unos estudios reglados, o la opción profesional elegida: la inquietud por saber, la curiosidad por lo que me rodea, intentar solucionar los problemas, la interacción con personas variadas en cuanto a costumbres, origen, educación, profesión… Esto es lo que puedo considerar como verdaderamente fuente de cultura para cualquier persona, de cualquier edad o profesión: en realidad una actitud proactiva. Y eso, se da en personas de “Ciencia” o de “Letras”, aclarando que no estoy de acuerdo con esta clasificación ni sus atributos de una manera generalizada.
Esto es así, porque conozco excelentes científicos con unos conocimientos humanísticos impresionantes, al tiempo que otros con déficit matemático. Personas con profesiones humanísticas con un grado de interés por la Ciencia muy plausible…En definitiva, personas variadas con diferente inquietud cultural, pero en directa relación con su actitud personal por aprender.
¡Cuidado con la “falacia de autoridad”! Por supuesto, que hay personas que pueden hacer interesantes aportaciones, aunque a priori no cabría esperarlas porque no son de “nuestra tribu”. Es más, creo que es muy necesario y creativo para todos, y aporta soluciones a cosas impensables.
El científico o el humanista multidisciplinar serían deseables, pero la realidad manda. La especialización del trabajo nos hace muy limitados. Aunque el problema no es la imposibilidad de “saber de todo” sino el no reconocimiento de tal limitación. La persona verdaderamente inteligente sabría reconocer el problema, y lo que haría es encontrar su solución acudiendo a quien sí está preparado para aportársela.
Por cierto. ¿Saben que hay Filósofos en áreas de Inversión Financiera de prestigiosas firmas de ámbito internacional? ¿Y que para invertir en Bolsa hay que combinar racionalidad e irracionalidad?
Por último, la inteligencia no depende de unos conocimientos previos o la predeterminación a la que nos llevaron los estudios, sino de la capacidad de pensar, entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas. ¿Mediríamos nuestra inteligencia contra un aborigen en su medio, selva, para sobrevivir? Él seguro que nunca se planteó la pertenencia a una de “las tribus” que en el post nos ocupan.
Un saludo.
pablorpalenzuela dijo:
Manu, muchas gracias por tu interesante comentario.
Un saludo.
un ignorante dijo:
«Es mejor que lo afrontemos directamente: existen dos tribus claramente identificadas y hasta cierto punto incompatibles: ciencias y letras. Lo sé, es una visión maniquea y el tema está tan manido que apesta, pero sigue ahí».
¿Realmente es clara la identificación de las dos dichas tribus? ¿Tal división de qué es propia, de la tribu de ciencias o de letras? Creo que la claridad de la identificación ¿La visión es maniquea o es cátara (gnóstica desde luego es)? ¿Las disciplinas que llegan a verdades indubitables que dependen claramente de letras para que tengan campo de estudio (como el algebra) son de letras o de ciencias? ¿Qué es lo que hace a una ciencia, ciencia? ¿Toda disciplina que no tenga letras es ciencia? ¿Toda disciplina que tenga letras no es una ciencia? ¿Existe ciencia sin escritura? ¿La contraposición está planteada entre ciencias humanas (culturales, del espíritu, sociales, &c.) y ciencias naturales (fisicas, experimentales, &c.) o es de otro tipo (entre humanidades y ciencias—sociales y fisicas—; entre Naturaleza y Cultura)? ¿Cuál es la unidad de la tribu de las ciencias —o qué tiene que ver la física con la química con la biología con la geología con la cristalografía…— (obviamente hay nexos, pero también discontinuidades tanto en métodos, instrumentos, objetos, términos, tipos de verdad, &c.)? ¿Dónde ubicas a las ciencias formales? ¿Sólo existen dos tribus? ¿Qué pasa con la filosofía, las artes —pintura, música, escultura—, las tecnologías —ingeniería, informática, medicina—, las técnicas —agricultura, artesanías—? ¿Qué pasa con la lingüística, la etología, la etnología, la historia? ¿Son ciencias? ¿La divulgación científica es de ciencias o de letras?
¿Los discursos públicos, lo que hay que hacer políticamente (la forma de organizar la sociedad, el sistema educativo, los mercados, empresas y el sistema productivo, el ejercito, la policía, la tributación, las relaciones exteriores, &c.) es de ciencias o de letras?
____
Voy a intentar responder a tus preguntas, brevemente:
1. ¿Es lógico que el sistema educativo nos separe de forma tan radical y tan temprana?¿Qué ventajas/inconvenientes se derivan de ello?
Es lógico si la distinción es clara, es lógico si es cierto que la existencia de las dichas las tribus viene de una forma de pensar distinta (con lo que está del cráneo para dentro) y no con una forma de operar distinta provocada por el distinto tipo de fenómenos a los que se enfrentan (con lo que está del cráneo para fuera), es lógico si los conjuntos son disjuntos y no tienen elementos en común o que se puedan enclasar en cualquiera de los dos conjuntos (ciencias, letras).
Ventajas: que puedes comenzar a desarrollar aquello para lo que se está destinado (comenzar la especialización) más pronto, logrando individuos más integrados en cada una de las tribus de referencia (y más preparados para desarrollar novedades en ambas puesto que la desconexión es total, ergo, se evita la distracción (en un plano subjetivo) o la contaminación (en un plano objetivo) de elementos exógenos pertenecientes a la otra tribu.
Inconvenientes: Incomprensión e incomunicación con la otra tribu. Si se impugna la distinción, gremialización absurda, sesgos provocados por la deformación profesional, desprecio de la filosofía.
2. ¿Qué cosas debe saber una persona para considerarse “culta” actualmente?
La primera, que la cultura es elevante (te coloca por encima de la chusma que no es culta). La segunda, entender que todo lo que sepa (sea de ciencias o de letras) es salvado si se justifica diciendo que es cultura.
3. ¿Es razonable que personas que están en puestos de gran responsabilidad p.e. juez, legislador, tengan tan sólo un conocimiento muy superficial de los avances en Ciencias de la naturaleza?
¿Razonable en el sentido del ser o del deber ser? Es decir, razonable en el sentido de que funciona, sí; es razonable, en tanto no se salgan del plano político y tengan expertos, especialistas, técnicos, que puedan darles en cada momento la información que se requiera. Por contra, razonable en el sentido del deber ser, pues depende de lo que se consideré que deba ser.
4. ¿Por qué los estudios de Filosofía están asociados exclusivamente con las Humanidades? Si la Filosofía está enfocada hacia el conocimiento en general, ¿no debería la Ciencia tener un espacio considerable en el currículo?
¿La filosofía está orientada al conocimiento en general? ¿En que sentido? ¿Cuando hablamos de ciencias hablamos de conocimientos? ¿Sólo?
Si lo que quieres es un motivo real, uno de los motivos concretos está más en el intento de liberar a las ciencias del yugo de la filosofía que en la inversa. La verdadera filosofía tiene que tratar necesariamente de las ciencias (aunque no sólo). También en el tratamiento de la filosofía como una disciplina equiparable al resto de disciplinas universitarias (científicas) y por lo tanto con un campo propio, &c.
5. ¿Es razonable que los diferentes campos de conocimiento se sometan a “examinación cruzada” unos con otros? El hecho de tener una formación diferente no debería constituir un obstáculo para hacer aportaciones interesantes en otros campos, más bien a la inversa ¿por qué persiste en la práctica el aislamiento entre disciplinas?
¿Las tribus son campos de conocimiento? ¿Son disciplinas? ¿Son personas que están especializadas en ámbitos distintos?
Si cada ciencia tiene un campo propio implica una legalidad propia y hasta cierto punto separable de las legalidades del resto de las ciencias (y disciplinas). Otra cosa es que en el contexto de descubrimiento pueda ser útil que lo que uno sabe no se agote en dicho campo (por aquello de que se puedan establecer analogías entre lo que se conoce de otros ámbitos y lo que se está investigando y permitir novedades que de otra forma, sin dichas analogías, estarían bloqueadas).
6. ¿Somos realmente diferentes (los de ciencias y letras)? ¿Pensamos de forma distinta? ¿Alguien ha abordado esta cuestión experimentalmente?
¿Realmente es abordable experimentalmente? ¿La distinción ciencias/letras es científica, experimental? Si pensar es, antes que discurrir, operar, es obvio que se opera de forma distinta porque el material con el que se opera es distinto y permite operaciones distintas. Otra cosa es que todas las operaciones se puedan reducir finalmente a juntar o separar, o que realmente cualquiera, con la formación adecuada, pueda aprender a operar (¿pensar?) de forma distinta.
un ignorante dijo:
Al principio, se ha perdido un párrafo porque lo iba a borrar para no pasarme de mil palabras (realmente en el mensaje anterior fueron 1009).
Para aclararlo en
«¿Realmente es clara la identificación de las dos dichas tribus? ¿Tal división de qué es propia, de la tribu de ciencias o de letras? Creo que la claridad de la identificación ¿La visión es maniquea o es cátara (gnóstica desde luego es)?»
iba a decir que tal claridad (de la identificación de los conjuntos-clase ciencias, letras) encubre la falta de distinción entre precisamente los limites entre ciencias y letras.
Digamos que claridad y distinción fueron requisitos para hablar de lo adecuado de los conceptos que se manejan, pero que en si mismos son (la claridad y la distinción) ideas oscuras y confusas. Primero, porque se establece una analogía con la visión, sin duda útil, pero que no se acota. Segundo, porque deja fuera otras diferenciaciones: cortos/amplios, lisos/morfológicos.
En la medida en que cualquier concepto o Idea está siempre «en sociedad» con otros conceptos o Ideas, podemos hablar de su «dintorno» y de su «entorno», separados ambos por un «contorno». Podemos decir entonces que un concepto será distinto cuando las líneas o notas que constituyen su dintorno se nos muestran con una mínima precisión (en caso contrario, estaríamos ante un concepto confuso); y un concepto será claro cuando las notas diferenciales respecto de otros conceptos de su entorno estén bien determinadas (en caso contrario, hablaremos de un concepto oscuro o, acaso, «borroso»).
Etcétera.