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La vida, el Universo y todo lo demás

~ blog de ciencia

La vida, el Universo y todo lo demás

Archivos mensuales: febrero 2014

PLANTAS A LA CARTA

24 Lunes Feb 2014

Posted by mbaron56 in Uncategorized

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células madre, embriogenesis, estrés, polen

Cuando el estrés nos vapulea en nuestra vida diaria, es difícil pensar en sus aspectos más rentables, pero lo cierto es que ha sido el motor de la evolución, sin el cual no nos hubiéramos endurecido y adaptado a ambientes en principio hostiles. La enorme variedad de factores estresantes a la que nos enfrentamos los seres vivos, son un reto para nuestro metabolismo que responde generando diversos programas de defensa, con resultados en ocasiones imprevistos.

Recientemente, tuvimos un espectacular ejemplo de los efectos positivos de someter a estrés células animales. Nature publicaba a finales de enero cómo una bióloga japonesa había conseguido obtener células madres pluripotentes mediante un método infinitamente más sencillo que los hasta ahora utilizados con la misma finalidad: sometiendo las células adultas a estrés por tratamiento con ácido o mecánico, presionando sus membranas.

Este descubrimiento ha estado bajo sospecha en las últimas semanas por la imposibilidad de repetir el experimento con los mismos resultados. Sin embargo, la reprogramación de las células vegetales usando distintos métodos estresantes se conoce desde hace tiempo y es prácticamente un protocolo de rutina.  Le pregunté sobre ello a mi colega Adela Olmedilla, experta en embriogénesis vegetal, y me ofreció como respuesta un excelente resumen acompañado de un mosaico de imágenes.

embriogénesis de anteras

Embriogénesis in vitro: A partir de una planta sana (A), se seleccionan algunos botones florales (B), de los que se extraen las anteras (C), que cultivadas en el laboratorio después de un tratamiento de estrés como el ayuno (D), producen embriones (E), a partir de los cuales se pueden regenerar plantitas (F), capaces de florecer y producir frutos como la planta original (A).

<< Primero se descubrió que a partir de algunas células por ejemplo de raíz o tallo cultivadas en el laboratorio en determinadas condiciones se podía inducir la formación de embriones, de los cuales se regeneraban plantas con las mismas características y capacidades de la planta original de donde se había tomado el tejido para cultivarlo. Gracias a este proceso se consigue por ejemplo la propagación masiva de plantas como las orquídeas, lo que ha abaratado notablemente su precio y ha frenado el expolio de esta especie en su hábitat original. En la línea de este descubrimiento, se ha conseguido, además, obtener embriones cultivando células reproductoras de las plantas en especial a partir del cultivo del polen. Cuando a estas células se les aplica un tratamiento de estrés adecuado cambian el camino para el que están programadas y dan lugar a embriones. Con ellos se consiguen plantas muy valiosas, las plantas haploides que se caracterizan por tener sólo la información genética del padre o de la madre según procedan del cultivo de las células reproductoras masculinas o femeninas. Con ellas es mucho más fácil seleccionar las características que más interesan en una planta: frutos mayores, más dulces o con otras propiedades nutritivas. Además, gracias a ellas se producen líneas puras, doble haploides, con las que de una manera más rápida y eficaz que con las hibridaciones tradicionales se pueden obtener nuevas variedades>>.

Les dejo meditando sobre el inmenso potencial del estrés en positivo y corro a  leer críticamente el prospecto de una crema facial de baba de caracol estresado.

http://www.nature.com/news/acid-bath-offers-easy-path-to-stem-cells-1.14600

 

De cómo el jaguar consiguió sus manchitas.

17 Lunes Feb 2014

Posted by ES.Enrique in Uncategorized

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Mi director de tesis doctoral, Michael V. Penston, me enseñó mucho; mucho más que a madurar como científico. Me enseñó a reir a carcajada limpia, me aficionó a la lectura sobre la evolución biológica; claro que también me enseñó todo (o mucho) de lo que sé sobre astronomía, en particular sobre espectroscopía. Fuí tremendamente afortunado de disfrutar de su conocimiento y cariño durante los años que coincidimos, antes de que la parca se lo llevara tan injustamente pronto. También me leía cuentos de Rudyard Kipling.

Me encantaban “Los cuentos de así fue” (“Just so stories”). En “Cómo el leopardo consiguió sus manchas”, Kipling se fija en los animales de la altiplanicie sudafricana, como el leopardo, la jirafa o la cebra entre otros, y cuenta que la aparición de las manchas y rayas de su piel es debida a un proceso evolutivo. De hecho, afina un poco más y lo explica como un ejemplo de lo que en evolución se llama el efecto reina roja, “… en nuestro país necesitas correr todo lo que puedas para mantenerte en el mismo sitio…”, que refiere a la famosa escena de “Alicia a través del espejo” del genial Lewis Carroll. En biología evolutiva, Leigh Van Valen introdujo el efecto reina roja para referirse a la coevolución de especies relacionadas entre sí. Se critica a Kipling porque la manera en que lo cuenta (y no perdamos de vista que es un cuento), cae en la fácil trampa de explicar la evolución como finalista en lugar de como resultado de cambios aleatorios adaptativos (trampa en la que caemos a menudo consciente o inconscientemente en el lenguaje coloquial a la hora de explicar la evolución). Como quiera que sea (no sé nada de evolución y el tema es muy debatido entre los expertos), para mí, además de la belleza de los relatos, resulta genial que a finales del siglo XIX Kipling incluyera en sus cuentos nociones rudimentarias de evolución.

El misterio de cómo se forman las manchas en la piel no reside solo en cual es su origen evolutivo, sino también en cómo se forman en la práctica: en sus generadores genéticos, su embriogénesis, su fisiología, (ver el artículo de Hoekstra 2006). Este problema forma parte de un tipo más general de problemas a los que el biólogo y matemático escocés D’Arcy Thompson prestó atención en su obra clásica “Sobre el crecimiento y la forma” (1917). Hay mucha bibliografía al respecto. El prolífico editor y divulgador Philip Ball tiene una trilogía reciente que me encantó leer, “Nature’s patterns: a tapestry in three parts. Shapes. Flow. Branches”. Para los sesudos expertos físico-matemáticos, una referencia muy completa es el trabajo de revisión de Cross y Hohenberg “Pattern formation outside equilibrium”, que se basa en modelos
Murray
morfogenéticos de reacción-difusión (propuestos por vez primera por el genio de Alan Turing en 1952), y en patrones creados por la dinámica de los sistemas vivos, como los trabajos de Murray (ver su artículo en Scientific American en la lista de referencias).
Entre otros específicos tratan el problema de los dibujos en la piel de mamíferos en su ecuación 11.8 y las figuras 94 y 95. Para los sesudos expertos en genética, Eizirik et al (2010) deducen que los dibujos (usando gatos como modelo experimental) se forman por la sucesión consecutiva de dos procesos diferenciados: en primer lugar un mecanismo de desarrollo orientado espacialmente que produce un patrón específico de diferenciación celular, seguido de un mecanismo de pigmentación orientada que regula los perfiles de síntesis de melanina sobre las células del patrón anterior.Eizirik_fig3

Las cebras, ¿son blancas con rallas negras o negras con rayas blancas? Prothero y Schoch (2003) demostraron que la segunda es la opción correcta. La piel base de la cebra es negra, y sobre ella se expresan las bandas blancas. Recordemos de una entrada anterior en este blog (Azul) que la coloración negra se debe a la expresión de la eumelanina, mientras que los tonos rojizos son debidos a la feomelanina. Así que realmente lo que ocurre en la cebra es que la eumelanina deja de expresarse en las células de la epidermis correspondientes a las zonas blancas. Es como si esas zonas fueran totalmente albinas. ¡Ojo! que las zebras albinas no son completamente blancas, sino que las zonas negras son mucho más claras (grises). Curiosamente, el color base de las cebras jóvenes es pardo, lo que implica que las jóvenes expresan una mezcla de eu- y de feo-melanina, y pierden esta última cuando Young Zebrasson adultas (ver la preciosa foto de Luke Burrage). Me resulta llamativo que los expertos sigan sin ponerse de acuerdo sobre la razón evolutiva de las bandas en la cebra, aunque las explicaciones refieren diversas variantes de camuflaje por confusión visual: por ejemplo, en una manada en movimiento resultaría muy confuso para una leona fijar la atención en una cebra en particular en tal maremagnum de rayas en movimiento. Recientemente Egri et al (2012) han propuesto experimentalmente que las bandas contribuyen a la depolarización de la luz que es con la que se guían los tábanos, de manera que en este caso sería una manera de defenderse de estos tan molestos y peligrosos insectos, más eficiente que el espantarlos con el consabido movimiento de la cola.

De nuevo, encontramos aquí el papel fundamental de la expresión de la melanina. En próximas entradas veremos otros efectos muy interesantes de este versátil polímero en contextos totalmente diferentes de la fisiología animal.

REFERENCIAS:

Los cuentos de así fue, Rudyard Kipling, Editorial AKAL

http://es.wikipedia.org/wiki/Just_So_Stories

J. D. Murray  http://www.crm.umontreal.ca/~durand/Murray-Sc.Am.pdf

http://www.lukeburrage.com/blog/archives/1661

H. E. Hoekstra. 2006. Heredity, 97, 222.

M. C. Cross & P. C. Hohenberg, 1993, Reviews of Modern Physics, 65, 851

E. Eizirik, et al. 2010, Genetics, 184, 267

D. R. Prothero & R. M. Schoch, 2003. Horns, Tusks, and Flippers: The Evolution of Hoofed Mammals. Johns Hopkins Univ Press.

A. M. Turing. 1952. Phil. Trans. R. Soc. London, 237, 37. The Chemical Basis of Morphogenesis.

A. Egri, et al. 2012. Journal of Experimental Biology, 215, 736

PROMETEO Y LOS SIMIOS VOLADORES

09 Domingo Feb 2014

Posted by pepeamengual in Uncategorized

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Un cuervo se posó frente a mi ventana.

No era el cuervo de Ted Hughes, o el de Galway.

Ni tampoco el de Frost, Pasternak o García Lorca.

Ni un cuervo homérico, ahíto de vísceras tras la batalla.

Este era un cuervo que nunca encajó en parte alguna,

Ni hizo en vida nada remarcable.

Se posó ahí, en la rama unos cuantos minutos.

Luego alzó el vuelo

Y hermosamente salió de mi vida.

Raymond Carver, mi cuervo*.

*Carver identifica –erróneamente- su corneja –crow– con el cuervo –raven- de Poe. La conexión entre el poema de Carver y el celebrado The raven es tan explícita (la ventana, la confrontación con el poeta, el juego de diferencias entre el cuervo trascendente de Poe y el humilde de Carver, la belleza de uno y la fealdad maligna del otro, entre la subjetividad romántica de Poe y la narrativa naturalista de Carver) que he preferido mantener el malentendido para salvar la relación entre ambos poemas.

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Cuervos y cornejas pertenecen a la familia de los córvidos, un grupo de aves que incluye además a las grajillas, las urracas, los arrendajos y las grajas, en conjunto más de ciento veinte especies de distribución mundial. Cuervos y cornejas, cornejas o cuervos, crows o ravens, son las especies de mayor tamaño y frecuentemente carecen de rasgos específicos que las distingan más allá de su negritud. La confusión entre ambas está servida. La Corneja americana o crow en inglés, Corvus brachyrhynchos, y el cuervo o raven, Corvus corax, son especies diferentes pero estrechamente emparentadas. Fáciles de confundir por los no iniciados, sangriento símbolo de maldad para muchos, odiados en el campo por ganaderos y agricultores, ignorados en la ciudad, su ominosa consideración actual no les hace justicia. Y no siempre fue así.

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Cuervo mitológico: El cuervo ha sido tradicionalmente un personaje bendecido en múltiples mitos y culturas desde el paleolítico hasta la edad media. La mitología escandinava muestra a dos cuervos hermanos, Hugin y Munin, sobre los hombros de Odín, al cual informaban de cómo iba el mundo y sus asuntos. Y en los mitos griegos el traumático nacimiento de Asclepio, salvado de la muerte por su padre Apolo al enterarse que su madre, la princesa Coronide –hija del rey de Tesalias- había tenido trato carnal con un mortal, se debió a la negligencia de un cuervo blanco encargado por Apolo de la vigilancia de su amada. Al conocer de la infidelidad de Coronide, embarazada en ese momento de Apolo, condena a la princesa pero salva a su hijo, que sería el Dios de la Medicina en la Grecia y Roma clásica. Apolo castigó al cuervo a vestir ropajes negros desde entonces. En la tradición judeo-cristiana, es un cuervo -y no la paloma- el ave que señala a Noé la retirada de las aguas del Diluvio, un relato tomado directamente del Gilgamesh sumerio. Acompañó a San Elías en su vida eremítica, complementando su sola dieta de dátiles con un mendrugo de pan, el cual trasportaba a diario en el pico por mandato divino y el santo recibía entre bendiciones. La mitología teutona y celta en Europa le otorga un papel central en distintos relatos y sagas, y otro tanto sucede en las tradiciones orales y relatos de Creación de tribus de Buthan o la costa NE de Asia y en la mitología hindú como una de las encarnaciones de Brahma, la del cuervo poeta Kakabhusuda. Pero en ningún sitio como en los relatos orales de carácter genésico de los pueblos de la costa Pacífica canadiense se manifiesta Cuervo en toda su profundidad mitológica, como veremos luego.

Cuervo extraordinario: Los mismos ganaderos y agricultores que los denostaban percibían a la vez su enorme inteligencia y adaptabilidad, algo que les dejaba fascinados. ¿Cómo era posible que pudieran distinguir al cazador con rifle al hombro del simple paseante? ¿Quién les enseñó a robar la pesca de los sedales y anzuelos calados en los agujeros en el hielo flotante, obra de los Inuit? ¿Qué diferencia percibían entre el cazador de ciervos, al cual seguían, del cazador de córvidos, al cual evitaban o sometían a un acoso estridente, en pandilla? ¿Cómo eran capaces de manipular objetos y valerse de herramientas, qué capacidad mental les confería el don del juego por puro placer, deslizándose por las laderas nevadas una y otra vez, o les llevaba a actuar como guía de especies cazadoras como lobos u hombres, a posibles presas? En la universidad de Washington hace unos años el psicólogo evolucionista John Marzluff y sus colegas (http://www.sefs.washington.edu/research.acl/Crows_and_Other_Corvids/Marz_etal_crow_facerecog.pdf) invitaron a participar a un grupo de estudiantes en un experimento en el que pretendían medir la capacidad de reconocimiento individual de un sujeto peligroso por parte de las cornejas del campus. Equiparon en algunos casos a sus entusiastas becarios con máscaras grotescas que acentuaban rasgos y les pusieron a capturar cornejas mediante redes, tras lo cual las aves eran medidas, anilladas y liberadas. Un pasaje traumático sin duda para las siete aves del grupo experimental…y al poco se descubrió que para los propios becarios, que cuando no habían podido ocultar su identidad tras la máscara eran identificados días, semanas y meses después por un número creciente de aves. Tras las vacaciones de verano, y olvidado el incidente hitchcockiano, regresaron al campus para matricularse y descubrir, hasta tres años después, que su presencia desencadenaba la furia y provocaba reacciones de acoso o mobbing a centenares de cornejas. El campus de Washington University es con seguridad el único del mundo en el que las cornejas constituyen un tema de conversación habitual.

Los cuervos no cabe duda, son especies inteligentes. Poseen comparativamente el cerebro más grande de la clase Aves y junto a la corneja lucen un índice de cefalización que rivaliza con el de los simios superiores. El equivalente a su neocórtex, el nidopallium del telencéfalo está hipertrofiado y este hecho es común en toda la familia. ¿Inteligencia introspectiva? ¿Aprendizaje por imitación? ¿Aprendizaje social? ¿O todas estas modalidades combinadas? Veremos.

Cuervo tramposo: los cuervos son diestros en idear y llevar a la práctica trucos y tretas, tanto de carácter social como interespecífico, para burlar a un posible colega ladrón de sus alimentos almacenados, distraer a las rapaces carroñeras en disputa de los restos de un cadáver o de nuevo por mero placer. En Suecia, unas urracas aprendieron a llamar al timbre de una puerta cada vez que veían a la señora de la casa, porque de vez en cuando les daba de comer. Su marido las odiaba, las ahuyentaba, intentó matarlas…y el parabrisas de su coche apareció desde entonces con una nutrida carga de excrementos cada mañana. Los experimentos con un pariente cercano del cuervo, la Urraca azuleja o chara de California Aphelocoma californica, desarrollados por Emery, Clayton y colegas desde 2004 han demostrado en condiciones experimentales que el aparato cognitivo de esta especie le permite memorizar el dónde, el cómo y el cuándo esconden sus alimentos, y acceder a ellos de una manera adaptativa, priorizando los alimentos que caducan –frutos maduros, carne o pescado- sobre los no precederos –semillas, y evitando la búsqueda de los escondites de los primeros una vez superada su “fecha de caducidad”. Más notables todavía son los experimentos realizados en un contexto social. En este caso se valora la categorización de las urracas entre dos posibles clases, la de los almacenadores o escondedores y la de los ladrones, asaltadores de las despensas de sus conespecíficos si la ocasión lo permite. El “ladrón” posee el mismo mapa espacio-temporal que el “almacenador”, pero su estrategia es egoísta. Frente a ellos, los almacenadores desarrollan una conducta extremadamente compleja que implica la existencia y uso de propiedades cognitivas superiores, significativamente la de ser capaces de ponerse en el papel del otro –en este caso el ladrón- y “seguir su mirada”, razonando en consecuencia. Lo asombroso es que el escondedor no evita o pospone la acción caso de ser observado por un ladrón, de hecho esconde la comida. Pero accede a ella en cuanto puede y la reubica, burlando al latrocida. En los cuervos el escondedor observado esconde una rama o una piedra como sustituto del alimento verdadero, que es reubicado en un almacén alternativo, al abrigo de miradas.

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Cuervo en un tótem Haida. Derechos de imagen: Universidad de Washington

Representación de Cuervo por los indios Haida de la costa Pacífica de Canadá. Mediador entre el cielo –escalera- y el hombre.

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Y este comportamiento tramposo (el trickster norteamericano) caracteriza a Cuervo, personaje mediador entre la deidad primigenia y el hombre que los indios Inuit y las restantes tribus del Pacífico canadiense, fabricantes de tótems, le otorgan: es Cuervo el creador del hombre y del resto del mundo sensible, pero su papel es ambiguo: creador por una parte, destructor como contrapartida. Porque el Trickster Cuervo es un personaje complejo y dual, tramposo, bromista, lujurioso y cruel, un auténtico gamberro, pero dador a la vez de todos los bienes incluida la luz del mundo y la condición humana; un telúrico Prometeo avant la lettre, que dona y enseña al hombre cómo vivir de esos dones, la agricultura entre otros. Y el lenguaje y su soporte, el pensamiento abstracto. El poeta laureado británico Ted Hughes, autor en mi opinión de la mejor poesía de animales, escribe en 1970 uno de sus poemarios más famosos, Crow, en el que desarrolla el universo poético de este personaje mítico con singular dureza.

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Cuervo hablador: se han descrito para la especie y de momento más de 80 vocalizaciones diferentes con significado específico y variaciones regionales, locales e individuales. Muchas de ellas se basan en la simple repetición de un tema central, diferenciándose en el número de veces que se emite. No es raro que sean capaces de contar hasta seis…Carentes de un canto reconocible, poseen sin embargo un tipo de vocalización único, denominado sotto voce: un canturreo siempre variable compuesto de elementos vocales combinados de forma infinita, incluyendo imitaciones de otras aves, que emiten especialmente en época de celo y en presencia de su monógama pareja. Una función social y de cortejo. Lo fascinante es que además pueden cantar sotto voce en solitario, mientras desarrollan otra actividad –prospección, vigilancia,…- Canturreamos sin motivo aparente, mientras nos duchamos, paseamos o fregamos los platos, como acompañamiento de nuestra vida, cuando sentimos que vale la pena vivirla y estamos intrínsecamente bien. Justo como hace el cuervo.

Como en casi todo, sólo acabamos de empezar a desvelar la vida secreta del cuervo, sus capacidades mentales y su manera o razón de ser. El conjunto de herramientas cognitivas que poseen es formalmente idéntico al de los primates superiores con los que comparte una inteligencia al menos tan desarrollada. El hecho de que animales filogenéticamente tan disímiles hayan llegado a un puerto común racional permite hablar de convergencia adaptativa en la evolución de la inteligencia entre ambos, abriendo horizontes insospechados en un feudo que aceptábamos compartir, y con disgusto, con los primates superiores y a que Marzluff los defina como “simios voladores”. Un vez más, nuestra antigua posición central en la Creación, o nuestro papel como culmen evolutivo ha quedado seriamente comprometido, desplazándose a una más realista periferia. Ha bastado como siempre con sentarse a mirar nuestro entorno con talante inquieto: en este caso, el vuelo trepidante de los cuervos sobre los acantilados del mundo y querer ver, con la mente abierta, lo que nos dice y nos viene diciendo con letras negras en lo profundo de sus negros ojos desde el origen de nuestro propio tiempo.

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Bello púbico

03 Lunes Feb 2014

Posted by pablorpalenzuela in Uncategorized

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Evolución, Gorilas, Ladillas, Moda, Seleccion sexual, vello pubico

pubic_hair

Hace unas semanas leí en el periódico que algunas tiendas de ropa de moda, situadas en la quinta avenida de Nueva York, habían empezado a utilizar maniquíes que dejaban traslucir a las claras un abundante vello púbico (vease la imagen adjunta). Claramente, los responsables de marketing han decidido utilizar un tabú con objeto de llamar la atención, lo que viene siendo una estrategia publicitaria clásica. Es interesante que hace casi 150 años, el pintor francés Gustave Courbet empleo el mismo tema para escandalizar a todos con su famoso l’Origine du monde (http://es.wikipedia.org/wiki/El_origen_del_mundo). La noticia me llevó a pensar en un post sobre el origen evolutivo del pelo en general, es decir, por qué lo perdimos en todo el cuerpo (excepto en la cabeza), por qué lo recuperamos “allí abajo” y por qué lo hemos vuelto a “perder” recientemente con la moderna costumbre de la depilación.

La pérdida general del pelo no es una cuestión baladí. El pelo es uno de los grandes “inventos” de nuestra línea evolutiva mamífera y supone una adaptación extraordinariamente eficaz a las bajas temperaturas. No obstante, dicha pérdida se ha producido en diversos linajes del tronco mamífero: para empezar en la mayoría de los animales acuáticos (delfines, ballenas, focas, hipopótamos…), también en elefantes y rinocerontes, en los murciélagos y en algunas especies sueltas, como el topo desnudo Heterocephalus glaber.

Muchas y variadas hipótesis se han esgrimido para explicar este fenómeno en nuestra especie. La más aceptada sugiere que, unida a un aumento de las glándulas sudoríparas de la piel, facilita la pérdida de calor lo que permite el ejercicio físico elevado con temperaturas altas. En efecto, los humanos somos bastante buenos corredores de fondo, comparados con otras especies, sobre todo si hace mucho calor. Otra teoría se basa en evitar la infestación por parásitos, lo que requeriría una etapa en nuestra evolución en que dicha carga de parásitos hubiera sido lo suficientemente alta como para dar una ventaja selectiva al fenotipo lampiño, lo que no está nada claro. También se ha postulado que los humanos pasamos por una breve pero intensa fase acuática que propició nuestra pérdida de pelo y ganancia de grasa subcutánea, como las focas. La idea es perfectamente plausible, lo malo es que no existe ni una sola prueba en su favor. En cualquier caso, ninguna de estas hipótesis podrá considerarse conclusiva hasta que no se identifiquen los genes implicados y pueda estimarse directamente el grado y tipo de selección al que han estado sometidos.

El vello púbico es obviamente distinto del pelo de la cabeza y nuestros parientes cercanos no tienen nada parecido. De hecho, chimpancés y gorilas tienen un pelo completamente “normal” en el pubis, si acaso más fino, lo que contrasta con el de los humanos. La hipótesis de Robin Weiss, del University College de Londres, es que primero perdimos el pelo del cuerpo y luego desarrollamos el vello púbico, hace –al menos- 3.3 millones de años, de acuerdo con un artículo suyo publicado en el Journal of Biology. Esta afirmación se basa en un hecho curioso. Los humanos nos separamos del gorila hace unos 7 millones de años. Al perder nosotros el pelo, los piojos que debían vivir en todo el cuerpo quedaron confinados al cuero cabelludo, donde siguieron evolucionando hasta la fecha. Las ladillas, en cambio, suelen infectar exclusivamente el vello púbico y esta especie (Pithirus pubis) es mucho más cercana de lo esperado a la especie que infecta al gorila (Pithirus gorillae) en todo el pelaje. Los análisis filogenéticos muestran que la separación entre estas dos especies se produjo hace sólo 3.3 millones de años.  Evidentemente, en algún momento de la evolución, algún gorila nos “pegó” las ladillas. En el escenario más escabroso estaríamos hablando de sexo entre ambas especies (por entonces gorilas y autralopitecinos). Sin embargo, esta “hipótesis de King-Kong” (podríamos llamarla) no es la única posible. Nuestros antepasados pudieron contagiarse utilizando las “camas” que los gorilas construyen para dormir en la selva o, alternativamente, cazándolos y consumiendo su carne.

¿Por qué apareció el vello púbico? tampoco lo sabemos. La teoría frecuentemente esgrimida implica a la selección sexual: el vello sería una especie de “ornamento” como la cola del pavo real. Pero en este último caso hay bastante evidencia de que una cola larga incrementa el éxito reproductivo del macho. En el otro caso no hay evidencia en absoluto. Obviamente, el vello púbico constituye un marcador de madurez sexual, pero esto no basta para explicar que el carácter fuera seleccionado.

Evidentemente, la súbita pérdida del vello púbico en los últimos años, debido a la cada vez más frecuente costumbre de depilarse no tiene nada que ver con los genes sino con los memes. Un estudio de 2009 realizado por investigadores alemanes entre jóvenes entre 18 y 25 descubrió que el 50% de las chicas y el 25% de los chicos se depilaba en alguna medida. Otros estudios confirman la creciente aceptación de diversas formas de depilación púbica, como la “brasileña” (tipo billete de metro) o el estilo Hollywood (depilación total). La costumbre parece restringirse a menores de 40 años y en particular a las mujeres. La pregunta es: ¿como se ha extendido tan rápido?

También se ha detectado el inicio de una “fobia al vello púbico” (seguramente ya tiene un nombre técnico en griego trico..algo..fobia, o lo tendrá pronto) acompañada de una conducta obsesiva sobre higiene y limpieza que tiene todas las características de un movimiento religioso ultra-ortodoxo. Conviene recordar que no existe un consenso sobre las consecuencias de la depilación en la salud pública. Sin duda, la práctica favorece el control de parásitos (ladillas) pero podría facilitar el contagio de infecciones de la piel. Otro estudio ha puesto de manifiesto que los individuos depilados muestran una conducta sexual más abierta y tienen menos problemas en este sentido, aunque no se sabe si se trata de una causa o un efecto.

Los expertos (si es que alguien puede considerarse experto en esta materia) señalan al fácil acceso a la pornografía en internet como el factor responsable, dado que la depilación completa es de rigour en la inmensa mayoría de las pelis porno. Si internet constituye la principal fuente de información de los jóvenes sobre temas sexuales, es lógico pensar que las ideas “si quieres tener sexo tienes que depilarte” y “todo el mundo se depila” empezaran a implantarse. Y una vez iniciada la costumbre no es raro que se convirtiera en dictadura, si las personas perciben que su vellosidad les convierte en individuos sexualmente indeseables.

¿Se acabará convirtiendo esta costumbre en la norma? Hacer predicciones siempre es difícil (sobre todo respecto al futuro) pero mi opinión personal es que la moda se irá tal como vino (para quizá volver de nuevo). En cuanto la depilación sea percibida como “obligatoria”, la siguiente generación se rebelará contra ella aunque solo sea para afirmar su identidad. De hecho es posible que este fenómeno ya haya empezado, como parecen afirmar las provocadoras maniquíes de la Quinta Avenida.

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